La fonética y la fonología son dos ramas de la lingüística que se centran en el estudio de los sonidos del habla, pero abordan aspectos diferentes de este fenómeno.
La fonética se ocupa de los sonidos del habla en términos físicos y acústicos. Estudia la producción, transmisión y recepción de los sonidos del habla en términos de sus características físicas, como la posición de los órganos articulatorios, la forma en que el aire fluye a través de ellos y las propiedades acústicas de los sonidos resultantes.
La fonología, por otro lado, se ocupa de los sonidos del habla en términos de su función distintiva en un sistema lingüístico específico. Estudia cómo los sonidos del habla son utilizados para crear contrastes significativos entre palabras y cómo estos sonidos se organizan en patrones dentro de una lengua particular.
Por eso, estas dos disciplinas desempeñan un papel crucial en el proceso de enseñanza y aprendizaje de español como LE/L2. Contamos con una amplia lista de razones que justifican su importancia en el quehacer didáctico de una clase. Entre ellas se podrían mencionar que la fonética proporciona a los estudiantes una comprensión detallada de cómo producir los sonidos específicos de la lengua extranjera. Esto es esencial para una pronunciación precisa y clara, lo que contribuye a una comunicación efectiva.
Sin embargo, ¿podemos afirmar que existe una pronunciación correcta?
Por otro lado, ¿es fundamental para el estudiante comprender las diferencias entre los sistemas de sonidos de su lengua materna y la lengua extranjera? ¿es posible identificar y producir un patrón de acento correcto?
Asimismo es común percibir dificultades entre los estudiantes al llevar audios a nuestra clase. La queja más habitual suele ser que "los hablantes nativos en situación reales o en las actividades de audición de los manuales, hablan muy rápido". Pero, ¿existe una velocidad normal que facilita la comprensión auditiva?
¿Es verdad que la fonología ayuda a los estudiantes a adaptarse a las variaciones dialectales dentro de la lengua extranjera? ¿le permite comprender cómo los sonidos pueden variar según la región o el contexto facilita la comunicación en diversas situaciones? ¡Cuántas preguntas en la mesa didáctica!
Si bien estas dudas o cuestiones son temas de profunda reflexión en el aula de LE y L2, adquieren mayor relevancia en el desarrollo de las habilidades lingüísticas de los hablantes de lengua heredada. El repertorio lingüístico, el acento y la pronunciación son signos distintivos de la identidad etnolingüística de cada comunidad, brindando al diálogo un bagaje multifacético de información y la oportunidad de fortalecer y valorar su variedad, su cultura y sus tradiciones.
En un intento de encontrar respuestas, de comprender y aprender cómo llevar a la práctica actividades que realmente respeten e integren el español de todos y cada uno de los hablantes, recurrimos a la investigación responsable y el rico trabajo de campo de Aarón Peréz Bernabeu, experto en fonética y fonología.
"La pronunciación es el lugar en el que nos encontramos cuando hablamos. Por eso sé que hay una parte de Argentina en Marcela Fritzler, o que yo me crie en España. Es el espacio en el que compartimos información “sin querer”. Por ello, trabajar con la pronunciación en clase es abrir un vínculo entre la lengua y la identidad. Si abrimos este vínculo, debemos comprender previamente conceptos básicos como fonética (“ciencia que estudia los sonidos del habla”, Gil Fernández, 2007, p. 540) o fonología (“ciencia que estudia la organización lingüística de los sonidos de las diversas lenguas”, Gil Fernández, 2007, p. 540).
Nuestras habilidades docentes están ligadas a los conceptos que somos capaces de aplicar en nuestra práctica de aula. Nos ayudará mucho entender cómo perciben los niños o los adolescentes la lengua oral, cómo la procesan y cómo la producen cuando son hablantes de herencia. Es importante saber que “el periodo entre 8 y 12 años de edad es un momento clave, pues es en el que el cerebro se va especializando en el cálculo de estadísticas sonoras […] [y nuestros estudiantes] van mejorando en discriminación y corrección: se van categorizando por tramos los distintos aspectos de la fonética y fonología de su lengua” (Pérez Bernabeu, 2017, p. 31).
¿Pero cuál es “la lengua” de un/a hablante de herencia? Muchas veces se cataloga como una lengua “híbrida” (Rao y Amengual, 2021, p. 17), con lo cual, ¿podríamos decir que poseen una identidad “híbrida”? Faltan estudios al respecto, pero la intuición nos conduce a una respuesta afirmativa. Entonces, ¿qué significa poseer una identidad híbrida en un mundo hiperconectado, multimodal, expansivo, cambiante y donde las generaciones se van superponiendo a un ritmo trepidante?
En este sentido, la interseccionalidad como concepto nos puede dar muchas respuestas al respecto de la identidad, llamémosla, “híbrida”. ¿Acaso no nos “atraviesan” diferentes aspectos sociales como el género, la sociabilidad, el poder adquisitivo, las capacidades, la etnia, etc.? Si nos centramos en el elemento principal del tema que nos ocupa (la pronunciación y la identidad en hablantes de herencia), el componente emocional emerge como un aspecto fundamental. Así pues, identidad, pronunciación y emoción se convierten en tres ejes que se van combinando en la interacción y el aprendizaje de una lengua (Hällgren y Aronsson, 2023).
En definitiva, nuestra recomendación general a la hora de llevar la pronunciación del español al aula con hablantes de herencia es tomar una perspectiva descriptivista (Boomershine y Ronquest, 2019, p. 293) para analizar cómo hablan nuestros estudiantes y no declarar cómo “deberían” hablar. De este modo, podrán valorar mejor su variedad, y comprenderán que la “hibridez” que caracteriza su español es un valor sobre el que seguir aprendiendo, y no un rasgo minusvalorable".
Comprender y llevar a la práctica como docentes y como integrantes de una familia bilingüe los conceptos descritos anteriormente exige mirar a los hablantes a través de un caleidoscopio de los colores creados por el idioma, el relato familiar, el país de origen, la culturas de contacto, la realidad circundante, los afectos y las creencias. Una paleta en la que el entorno social y el contexto interior de cada persona juegan un papel determinante en la comunicación.
Las cuestiones citadas son nichos de investigación en plena expansión que merecen más de una lectura, reflexión y quehacer didáctico.
Para seguir este trayecto te compartimos el documento:
No todas las personas aprenden igual: la importancia de las diferencias individuales en la enseñanza de ELE
Además esta disponible el Webinario impartido por Aarón Pérez Bernabeu en Aprendizaje entre colegas
La capacidad de comunicarnos e intentar comprender, de ponernos en el lugar del otro y valorar mi propia identidad etnolingüística, es y será una competencia imprescindible para todo enfoque pedagógico, más allá de tratarse de una LE/L2 o una lengua de herencia.
Bibliografía citada
Boomershine, A. y Ronquest, R. (2019). Teaching pronunciation to Spanish heritage speakers. En R. Rao (Ed.), Key Issues in the Teaching of Spanish Pronunciation (pp. 288-303). Routledge.
Gil Fernández, J. (2007). Fonética para profesores de español: de la teoría a la práctica. Arco Libros.
Hällgren, L. y Aronsson, B. (2023). Pronunciación e identidad en el aprendizaje de lenguas extranjeras: un estudio piloto. redELE. Revista electrónica de didáctica del español lengua extranjera, 35. https://hdl.handle.net/11162/256204
Pérez Bernabeu, A. (2017). Introducir el componente fónico en el aula de ELE para niños. Boletín ELE Anatolia, 3. https://www.academia.edu/37550207/Boletin_ELE_Anatolia
Rao, R. y Amengual, M. (2021). La fonética y fonología del español como lengua de herencia. En D. Pascual y Cabo y J. Torres (Eds.), Aproximaciones al estudio del español como lengua de herencia (pp. 11-23). Routledge.
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